domingo, 27 de abril de 2014

A borbotones.

Las virutas de goma cayeron al suelo cuando deslicé la mano por el folio, que volvía a estar en blanco. Si forzabas la vista, todavía se adivinaban las palabras que lo habían adornado instantes atrás.

 <<Escoria. Bestias. Poder. Sombras. Adentrarse. Movimiento.>>

Eran cenizas de una idea bien planteada, incluso brillante, si me lo permitís. Era un enfoque creativo totalmente innovador, tan fresco que me abrumó desde el primer momento. Cuando terminé de plasmarlo sobre el papel fue cuando entendí que era algo pobre. Más que pobre, era basto, desgarrador, demasiado explícito para darlo a conocer entre mis allegados. Mostrar La Verdad a tanta gente iba a salirme demasiado caro. Entonces decidí destruirlo y sustituirlo por palabras que no desembocaran en un escándalo social. Pulí las ideas y las replanté en un escrito que no reflejaba absolutamente nada. Incoherente y fuera de lugar, como todo lo que no molesta, como todo lo que pasa inadvertido. Intrascendente. Y aun así fue cómodo de redactar.

Mentiría si negara que esto que leéis es lo que surgió de un abono tan sumamente maravilloso. Esta bazofia es exactamente lo que ha reemplazado a mi primer "yo"... y sin embargo sigue siéndome útil. Porque todo lo que surge de donde nacen las ideas es de mi propiedad, intransferible y único, y finalmente mi creación actuará de igual manera como panacea en mi interior y me dejará una clara sensación de tranquilidad.

Adiós a las palabras. Necesitaba engrasar unas cuantas bisagras para abrir por completo las puertas. Y lo he conseguido.

jueves, 3 de abril de 2014

Valor.

-Tengo trabajo que hacer- susurraba antes de atravesar el umbral de la puerta.

Y entonces no sabías si iba a regresar a casa, o si fracasaría en su labor y a partir de ese momento no volverías a verlo. Si te quedarías sola en una casa demasiado grande, con unos hijos demasiado pequeños. Te preguntabas si sería esa la noche en la que tendrías que comenzar a sonreír por costumbre y a moverte por inercia... y nunca querías responderte. Eran pensamientos automáticos instados por un solo interrogante. ¿Es hoy el día en el que pagará con su vida la existencia de otra persona? ¿O Dios le regalará más horas para salvar el mundo?