domingo, 29 de abril de 2018

Expectativas vs Realidad

Le vi llegar sobre su corcel blanco y descender la colina despacio, erguido, mirándome fijamente a los ojos. Se pasó la mano por el pelo y cogió de nuevo las riendas con elegancia, avanzando hasta donde yo estaba parada, mirándole perpleja. Cuando pude distinguir su torso dorado por el sol a pocos metros de mí, me sonrió galante. De pronto giró de golpe y cambió de rumbo. Avancé un paso desconcertada. Cuando el caballo me dio la espalda, dejó una caca en el jardín, y el tío se fue trotando y descojonándose de mí hasta los confines de la eternidad.

sábado, 28 de abril de 2018

Cuerpo a tierra

A veces el aire se me atragantaba y me quedaba varada en el camino. Con los brazos abrazándome y la frente sobre la arena mojada, me quedaba arrodillada y encogida bajo la lluvia como esperando la redención. Al rato me incorporaba, ya herida de gravedad, y dejaba que las nubes me lavaran la cara e hicieran desaparecer la consciencia de que también lloraba. Miraba al frente aun sentada sobre mis talones y apretaba mis manos sobre el regazo.

No quería seguir caminando. Esa era la realidad. Quería quedarme ahí, hecha una bola, mientras los fantasmas del pasado narraban mi historia y otras muchas con las que se había entrecruzado, hasta dejarme atontada.

De pronto recordaba que si quería escribir nuevas tramas tenía que seguir adelante, y sentía mis pies moverse para impulsar mi cuerpo titubeante sobre la grava. Una vez recorrida la senda, sabía que sólo quedaba confiar en que los mejores cuentos prevalecieran sobre los que necesitaba borrar de la mente, para dejar por fin de caerme durante la travesía.

martes, 24 de abril de 2018

El ciclo.

Barro en las manos.
Bajo las flores la tierra hace que, poco a poco, la realidad se olvide de que exististe.

lunes, 23 de abril de 2018

Reanimar

Lo levantas con cuidado y parece vivo.
Pero da igual que trates de que respire, porque ya no está aquí, ni te está mirando.

domingo, 22 de abril de 2018

Emuná

Mira el horizonte y cruza los brazos frente al pecho. El sol por fin se deja ver entre las nubes. La primavera ha empezado a hacer mella en el paisaje y, bajo el acantilado, las flores comienzan a ganar la batalla a los tonos rojizos de una tierra casi desértica. A lo lejos, un grupo de aves de gran envergadura se pelea por el pico más alto de la escarpada montaña, donde pretenden hacer nidos seguros para las crías, y las sombras se esconden de la luz. Amanece en la subrealidad, en un paisaje remoto que ni siquiera ella sabía que existía hasta hacía unos meses.

Se da la vuelta y entra en la tienda de campaña. Comienza a recoger con anhelo las pocas cosas que le quedaron después de que la cabaña del lago se redujera a cenizas. Minutos más tarde, contempla el mismo paisaje ya con la mochila a hombros y su casa temporal convertida en palos y tela. Estira la espalda dolorida y toma aire. El camino es cada vez peor, pero cuando llevas mucho tiempo andando por un terreno inestable, te acostumbras a estar siempre atenta a las posibles caidas.

Pone un pie en el sendero que se pierde cortado abajo. Se aprieta las vendas de las manos y comienza a descender. "Socorro", piensa a veces. Ya sabe que aunque grite no la van a escuchar, así que se ha acostumbrado a hablar mentalmente. "El pie derecho más arriba. Esa roca está suelta". Pero sigue avanzando.

Al atardecer, los músculos protestan y el estómago ruge pero, sentada en un saliente del acantilado, ve su objetivo. Allá donde las llanuras comienzan, una brecha extensa y sinuosa ha comenzado a dividir el terreno en dos. Al fondo de la gruta, brilla la aguja que corona la cúpula de El Oráculo. Sólo se vislumbra durante un segundo, pero es suficiente. Se aprieta los cordones de las botas y sigue bajando.

Él dijo que se volverían a encontrar tarde o temprano, pero necesita darse prisa. No puede esperar más tiempo por respuestas.


viernes, 20 de abril de 2018

Distancias

Es solo que echo mucho de menos. 
Y que siento un boquete dentro de mí.
Por eso me gustaría que el poco tiempo que tenemos, 
lo aprovecháramos en nosotros.

jueves, 12 de abril de 2018

Pócimas de alivio.

Tensión repentina y resaca por imaginar de más.
Bebo de un agua que parece que a la mínima se va a contaminar.
Pagaría por un somnífero lleno de  pesadillas a cambio de un jamás,
Si un vendedor cuentista me prometiera que esto se va a terminar.