domingo, 17 de junio de 2018

Imborrables.

Hay cosas que ya no tienen arreglo y precisamente por eso hacen daño. Porque no se pueden borrar de un plumazo y ya está. Encima, cuando intentas olvidarlas te saludan desde el pasado como... 

"¡Hola! Sigo aquí, tonta del culo. Ocupando mi lugar en la escala temporal de tu vida."

La capacidad de eliminar de la mente sucesos registrados, a voluntad, debe ser un absoluto privilegio.
Sobre todo aquellos que, aunque algunas acciones relacionadas puedan cambiar el giro de los acontecimientos de tu presente, siguen sin arreglarse y arañan aún sin tener las uñas tan afiladas como al principio. 

Jopetas, un poco de piedad para los que recordamos todo.
Nuestro cerebro sí que es "tonto del culo".

domingo, 10 de junio de 2018

Oscilación

Miró el péndulo y pensó que su trayectoria se parecía enormemente a cómo se sentía.
A veces poderosa, íntegra, válida. Otras insuficiente, pequeña y difícil de querer.
En ocasiones segura, confiada e, instantes después, dudosa, con miedo.
Hoy no me van a hacer daño. Sí, sí, seguro que sí.
Superaré el golpe. Me haré invisible con tanto dolor.
Sigo adelante. Me paro.
Verdad. Mentira.
Mejor. Peor.
Presente.
Nadie.

lunes, 4 de junio de 2018

Debe ser la fiebre.

He empezado a imaginarme un futuro precioso, lleno de risas, de pintura en las manos, muebles que mover, espacios que llenar. Me he visto con una vida normal, absolutamente cotidiana, familiar, sin gatos de por medio. Esa "yo" que no existe, me ha sonreído y luego ha seguido acurrucada en el sofá, adormilándose, mientras alguien estaba atento por si quería irse a la cama antes de acabar la película.

Ha sido curioso, no puedo negarlo. Interesante, dadas mis circunstancias.
Pero luego he recordado que esas cosas que se piensan no son algo que podemos escoger y ya está, sino que miles de hilos de vidas que ni conocemos, deben fluir en el mismo sentido para encontrarse con tu camino en el momento oportuno.

Ahora mismo esto no es para mí. Sigo pensando que nunca lo será. Pero me he sorprendido encontrando un resquicio de envidia hacia esa "yo" a la que se le entrecerraban los ojos, en otra realidad.