viernes, 28 de febrero de 2020

No es el dónde.

Creía que tomar distancia me vendría bien. Ya no habría calles de recuerdos, ni miedo a salir y ver. Pero mientras escribo esto y casi no puedo ni enfocar la pantalla, me doy cuenta de que da igual dónde esté, porque también lo llevo en mi equipaje y parece que lo arrastraré para siempre. A mí también me hubiera gustado conseguir un baúl para meterlo todo y cerrarlo. Pero todas las cajas que encuentro están sin candado y dejan que se escape, tan nítido como ha permanecido todos estos años, y sin garantía de sustitución.

viernes, 21 de febrero de 2020

Maletas que rebosan.

Mañana empieza algo nuevo que le da mucho miedo, piensa constantemente. Cierra la maleta subiéndose encima y recuerda que se ha dejado algo fuera. Maldice mientras lo mete en otra de las bolsas que se lleva. Son muchas, ¡y se suponía que el plan era construir un equipaje minimalista! Pero no pudo ser. Ilusa.

Reflexiona y trata de verificar su lista mental. Mira la mesa y el armario, dubitativa. Irónicamente, lo que más le preocupa no es que las prendas que ha escogido no sean las adecuadas. Tiendas de moda hay en cualquier ciudad del mundo... más o menos. De lo que tiene miedo es de dejarse algo realmente importante detrás. Sus hobbies, sus libros, sus cacharritos para entretenerse y que no se le haga un boquete en el estómago cuando no haya trabajo, ni nada que hacer ni que decir. Si no se lleva las cosas correctas, le va a dar por pensar. Se conoce bien. Se acordará mucho de lo que adora su casa, la película de la tarde con mamá y lo llena que está la habitación cuando también está papá. Quiere estar muy ocupada. Tan ocupada que el tiempo pase volando y solo quede el disfrute de, por fin, tener una pequeñísima oportunidad de trabajar de lo que siempre quiso, y para lo que se formó.

Se para en medio de la habitación. Todo está hecho un desastre. Va a la otra habitación a ver si hay más suerte. Está igual. Mira a sus peces, que no paran de nadar nunca. Quizás debería ser más como ellos. Nadar, nadar. Memoria de segundos. Nadar, nadar. A por tu objetivo. Céntrate. No te pares jamás. Nunca hacia atrás.

Mira al suelo y ve una bufanda. Quizás le haga falta. En el trabajo hará algo de frío, porque tiene que madrugar mucho. Suspira. La enrolla y la lleva a la otra habitación.

Parece que al final sí que va a tener que volver a abrir la maleta.
Aunque jamás vaya a caber todo.