sábado, 13 de junio de 2020

Kalopsia

Siempre será un bucle de inestabilidad.

A veces, tan asiduo que te acostumbras, 
como al bamboleo de un barco surcando el inmenso mar.
Pero las aguas siguen siendo igual de profundas,
y golpearán la proa cabezotas, repetitivas y, sin embargo, blandas.
Tan líquidas que, de una en una, a penas se percibirán,
pero que al cabo de cientas, harán que la madera no brille
y que, deslucida, pida otra capa de pintura para disimular.

Qué pena que las mellas no se borren por mucho color que eches
y que, de pronto, los boquetes rompan el bucle, y te hundas.