No quiero tu tsunami de palabras pretendiendo que me sienta culpable, ni los pensamientos sembrando sus raíces en las dudas.
Te devuelvo los 15 tomos de "cómo ser buena persona" que me regalaste, sobre los que decías tener un doctorado. También la cicuta que me diste como marca páginas.
Doy gracias a que la mitad de las cosas me resbalan. Aprovecha y vete con todas tus paranoias, tus berrinches, los cachivaches que me trajiste y ocupan sitio, y el juego de inventar historias que tanto te gustaba. Aquí tienes el papel del destierro.
Desterrado de "A donde yo vaya".