jueves, 27 de diciembre de 2018

Neurotransmisores

Dicen que el estado de ánimo es solo esto. La química de tu cuerpo, que va variando y te complica el sentir. Por eso a veces no te importa ninguna cosa en el mundo y tienes una risa tonta que hace que hasta te avergüences de ti misma. Otras, no puedes ni mirar a los ojos de una persona porque te arrastras por las sombras.

Hay días complicados. Vaya que si los hay. Estás viendo una comedia y tu cuerpo parece horchata. Al día siguiente, quizás llores por todo. Cambios rápidos y desorbitados, sin explicación. No luches contra ello. No se puede controlar. La cuestión es que... las cosas de la vida, por lo general, siguen doliendo exactamente igual con las endorfinas machacándote o desaparecidas. Si un momento precioso no sale como esperabas, la decepción está a la vuelta de la esquina y te la toparás de cara. 

A veces son las personas las que tienen que ser tu química. 

No vale con eso de "se pasará".

Venid. Dadme un abrazo. 
Dime que me quieres de verdad. 
Endorfíname.