Podríamos hacer una carrera para ver quién llega antes y así hacer que la bajada no sea tan pesada, pero me temo que la cuesta termina en un abismo desde el que sólo se puede salir si te rescatan...
Llámame loco, pero creo que habría que parar y empezar a subir, aunque haya que ir cuesta arriba. No vaya a ser que no haya nadie lo suficientemente preparado para bajar a esas profundidades (y con helicóptero)
Creo que te das demasiada importancia con esa frase Alba. Quizá no seas el principal problema que lleva al pozo a "los demás". La gente ya cae por sus propios medios y tienen sus propios problemas (seguramente mucho más gordos de lo que te imaginas).
Tener compañía en tus propias caídas hace que sientas que alguien entiende tu sufrimiento. Genera ternura y empatía. Alguien que está alegre o que quiere ayudar a hacerte "sentir bien" no entiende ese dolor y no es capaz de comprender esas emociones.
Por eso, cuando escribes algo así de gris me animas de cierta manera. Porque me veo y recuerdo. Siento que alguien, aunque sea por un momento, me entiende contando su experiencia, y al mismo tiempo muchas veces entiendo por lo que pasas (¡aunque lo expliques de una manera tan metafórica y difícil de descifrar!).
Te vuelvo a agradecer, de nuevo, que compartas estos escritos. De corazón
Te veo por el retrovisor.
ResponderEliminarPodríamos hacer una carrera para ver quién llega antes y así hacer que la bajada no sea tan pesada, pero me temo que la cuesta termina en un abismo desde el que sólo se puede salir si te rescatan...
Llámame loco, pero creo que habría que parar y empezar a subir, aunque haya que ir cuesta arriba. No vaya a ser que no haya nadie lo suficientemente preparado para bajar a esas profundidades (y con helicóptero)
Últimamente si estás acompañado llevas de cabeza a los demás.
EliminarCreo que te das demasiada importancia con esa frase Alba. Quizá no seas el principal problema que lleva al pozo a "los demás". La gente ya cae por sus propios medios y tienen sus propios problemas (seguramente mucho más gordos de lo que te imaginas).
EliminarTener compañía en tus propias caídas hace que sientas que alguien entiende tu sufrimiento. Genera ternura y empatía. Alguien que está alegre o que quiere ayudar a hacerte "sentir bien" no entiende ese dolor y no es capaz de comprender esas emociones.
Por eso, cuando escribes algo así de gris me animas de cierta manera. Porque me veo y recuerdo. Siento que alguien, aunque sea por un momento, me entiende contando su experiencia, y al mismo tiempo muchas veces entiendo por lo que pasas (¡aunque lo expliques de una manera tan metafórica y difícil de descifrar!).
Te vuelvo a agradecer, de nuevo, que compartas estos escritos. De corazón
sube conmigo, la dije.
ResponderEliminary desde entonces recupere
la palabra de su sonrisa.
gracias por tus relatos.
A ti por leerme ^^
ResponderEliminarActualmente también estoy en una especie de caida libre, junto con varios de mis amigos. Pero bueno ánimo que se vendrán tiempos mejores :)
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