martes, 30 de agosto de 2022

Ahora.

- ¿Qué estás haciendo?


Su voz me sobresaltó. Observé cómo tomaba asiento a mi lado, las mecedoras comenzando a balancearse al mismo tiempo. Sonreí levemente. Siempre me provocaba la misma reacción.


- Recrearme en mi miseria, como es costumbre últimamente. - El humor asomándose en mis comisuras. Una mano tras mi cabeza. La vista en la luna.- Nunca estoy segura de cuándo vas a aparecer, ¿sabes?


No me hacía falta mirarlo para adivinar que sus facciones no habían cambiado ni un ápice desde la última vez. Siempre eterno, inmortal. Los años no importaban.


- Solo vengo a recordarte que nunca hay una sola elección correcta - dijo, como obviando mi comentario anterior.

- Depende de lo que consideres por correcto en un futuro no muy lejano - comenté-. Solo quiero ser feliz. Y la verdad, no estoy segura de que todos los caminos disponibles actualmente me vayan a llevar a ese objetivo.


El silencio que sostenía nuestra conversación bailó ante nosotros unos minutos. La noche era tranquila y los árboles se inclinaban ante mí de vez en cuando. Los tejados brillaban en el horizonte, aún devolviendo el calor del verano a las estrellas. Las calles estaban desiertas y bajo mis pies apoyados en la barandilla de la terraza, un gato se acurrucaba en la acera creyéndose inadvertido. 


- ¿Sabes que la felicidad puede ser una elección? - murmuró al cabo de unos instantes-. Si por un instante dejas de creer que una serie de cosas sucederán inevitablemente, que el universo te debe algo bueno, que el destino traerá aquello o esto otro... Si solamente vieras el paso que hay que dar inmediatamente y no trataras de adivinar lo que está lejos, tan lejos que es imposible de atisbar, tal vez entonces, serías más feliz. Pierde el control, no te prepares para la respuesta a un acertijo indescifrable. Hay muchos hilos siendo movidos al mismo tiempo.


Medité sobre sus palabras. 


- ¿Y qué hay del pasado? - pregunté mientras daba vueltas a mi forma de pensar, de manifestar y divagar. ¿Era tan erróneo mi enfoque en la vida, que sufría de más?

- El pasado ya no existe. Solo existes tú. Ahora. Ahora. Ahora.


Enmudecí y me giré para observarlo. Él desconectó su vista del cielo y me sostuvo la mirada. Después de un segundo, desentrelacé mis dedos de mi corazón y tendí la mano entre nuestras mecedoras. Él se limitó a cogerla y sonreír.


- Ahora - susurré.



viernes, 19 de agosto de 2022

El sueño vuela.

 El sueño vuela lejos. Mientras me asomo a la memoria borro las fallas y me quedo con la belleza que persiste, porque amo más fuerte de lo que pienso. Porque en el trayecto de invertirlo me di cuenta de que pensé mucho más de lo que me quise. Y porque quererme, pensar y no amar, se me antojan planes tan distantes como el sol que amanece, el que se pone y el que desaparece.

jueves, 18 de agosto de 2022

Primer desahogo.

 Y los recuerdos te bailan, te golpean sin piedad. 

Te arrastras como puedes, siempre dicen que hay que avanzar. 

No hay línea de meta y el peso no se va. 

La gente siempre susurra, ¿por qué no lo quiere soltar? 

El lastre va reptando como si te quisiera alcanzar,

pero eres tú quien lo aferras, con cierta inseguridad.

Decidiste con la mente, no te perdonarán.

El corazón hecho un ovillo, tu cuerpo como el cristal.

Ojalá el tiempo varado y el futuro la eternidad,

para poder rearmar el puzzle y crear un digno final.

Tú solo tiemblas, amiga, te resguardas de la realidad.

Reza para que no dure el delirio, tu vida en juego está.