confirmamos temores
que supusimos reales
en algún momento lejano,
pero que no han perdido importancia
al ser la leña que lanzará el tiempo
para poner a prueba la confianza
y resquebrajar el orgullo
de compartir aventuras.
confirmamos temores
que supusimos reales
en algún momento lejano,
pero que no han perdido importancia
al ser la leña que lanzará el tiempo
para poner a prueba la confianza
y resquebrajar el orgullo
de compartir aventuras.
Solo te sentirás insignificante,
cuando te contemples desde los ojos celestiales,
en vez de desde los de quien te ama.
Hace mucho que no la eligen. Y si la eligen, nunca es entera, si no en cachitos o para instantes. Sin embargo, a cada decepción recupera la ilusión. "Esta vez me toca. Hoy seguro que soy yo". No ha terminado ni de pensar en sus divagaciones y ya tiene otro "no" en la cara. Y cree que ha pasado mucho tiempo y que ya es hora de su turno, que obviamente por probabilidad y sentido común, debería de escuchar algo positivo a la próxima, tener éxito. Pero se da de bruces una y otra vez contra la misma pared. Toda la voluntad para luchar, derramada por el suelo.
Cuando el desgaste es absoluto y la ilusión se ha disipado, se recluye ensimismada, porque no entiende nada. Y en alguna parte del mundo, justo cuando ya no está entre las opciones, cuando es demasiado tarde... de pronto, alguien la echa de menos. Y ya no la puede escoger.