domingo, 11 de octubre de 2020

Se cambian las tornas.

Hace mucho que no la eligen. Y si la eligen, nunca es entera, si no en cachitos o para instantes. Sin embargo, a cada decepción recupera la ilusión. "Esta vez me toca. Hoy seguro que soy yo". No ha terminado ni de pensar en sus divagaciones y ya tiene otro "no" en la cara. Y cree que ha pasado mucho tiempo y que ya es hora de su turno, que obviamente por probabilidad y sentido común, debería de escuchar algo positivo a la próxima, tener éxito. Pero se da de bruces una y otra vez contra la misma pared. Toda la voluntad para luchar, derramada por el suelo.


Cuando el desgaste es absoluto y la ilusión se ha disipado, se recluye ensimismada, porque no entiende nada. Y en alguna parte del mundo, justo cuando ya no está entre las opciones, cuando es demasiado tarde... de pronto, alguien la echa de menos. Y ya no la puede escoger.


2 comentarios:

  1. Mai és massa tard, la foscor de vegades ens rodeja, però sempre té punts febles, i la podem vèncer posant un peu a la realitat i compartint la vida.

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