viernes, 19 de mayo de 2023

Pobre desvalida.

 - ¡Queridos presentes! ¡Atención! Sobre nosotros, en la última sala de este edificio, la nueva princesa de la torre descansa en sus aposentos. Canta al amanecer, pero llora cada noche con suma desdicha. Sus doncellas dicen que su piel es del más suave de los terciopelos, su melena del tono de los limones maduros y sus manos, las más gentiles que nadie haya podido estrechar jamás. - Se oyó al público suspirar -. Hemos dispuesto 43049 guardias a su alrededor para protegerla de los enemigos. Nadie le hará daño jamás. ¡NADIE OSARÁ APROVECHARSE DE TAN DULCE INOCENCIA!

Desde la torre, mirando la luna llena, la joven princesa escuchaba el discurso del paje. Su risa intentaba disimular el roce de la piedra contra el filo de la daga a la que estaba dando forma. Mientras repasaba su plan para salir de ahí y que la dejasen en paz de una vez, escuchó el frotar de los vestidos de sus doncellas, agazapadas tras su puerta.

- Pobrecita. Otro día más llorando - se lamentaban.




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