Qué cómico resulta tenerlo todo y que nunca se considere suficiente para sobrevivir, como si la vida tuviera un cauce propio y la realidad exigiera otro rumbo al que dirigirse.
Qué envidia dan las personas que tienen toda su vida resuelta, pero qué lástima da cuando no ven que no puedes seguir todos sus pasos, por mucho que lo desees.
Qué ridículo es el echar de menos diariamente, cuando al tener que regresar a donde les esperas, ellos en realidad sienten pena y nostalgia de lo que dejan.
La vida da muchas vueltas, dicen.
Yo solo veo que es una balanza que nunca está equilibrada para todos.
"Quizá" la vida consista en eso precisamente; hacer que la balanza esté los más equilibrada posible, a sabiendas que la mayor parte del tiempo no lo consigues. Pero no por ello hay que dejar de intentarlo, ¿no?
ResponderEliminarGran reflexión, como siempre.
Cada vida es una balanza diferente y que nos dirigue es el destino (cada uno lo tiene diferente y lo tienes escrito), provoca que la balanza nunca este en horizontal.Ni en tiene siete vidas veremos una balanza equilibrada.Lo mismo digo...gran reflexión del asunto. Saludos.
ResponderEliminar