lunes, 16 de diciembre de 2013

Desencajarse

Imaginad que estáis dentro de un puzzle. Os sentís parte de algo y lo percibís como eterno e indestructible. No estáis solos. No obstante, soléis desgastar vuestras esquinas para encajar en un pequeño vacío que, en realidad, os está dejando sin aire. Necesitáis salir de ahí. La ficha que realmente completa el puzzle está aún lejana en el tiempo. Sois como una burda imitación de la pieza que falta. No tenéis la misma gama de colores, ni la orientación adecuada, ni el aplomo ni la tranquilidad que siente quien está donde debe estar.
Molestáis a la vista.






En los puzzles incompletos se atisba la imagen final.
En uno mal hecho... se distingue a la legua quién es el que sobra.
¿Es que acaso quieres ser tú?

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