sábado, 8 de agosto de 2015

Inalterable.

Sentada en una esquina de la cama, pensé que si me concentraba podría llegar a alguna conclusión. Permanecía quieta, con los ojos fijos en la nada, para contrarrestar el caos que me rodeaba. Los pensamientos que me taladraban la mente tenían sus consecuencias. Les planté cara. Mi corazón iba demasiado deprisa para no estar haciendo nada. Intenté respirar con normalidad. Ordené a mi cuerpo que parase de temblar, pero la ansiedad tiene llaves de las que nadie sospecha. Cuando el oxígeno se da demasiada prisa en visitar los pulmones, el mareo repta por tu columna y te agita las ideas. El bombeo de la sangre ruge. Notas la inclinación de tus piernas, preparadas para ayudarte a huir, y también la garganta tensa para hacer más fácil que pidas ayuda. El ataque era fuerte, pero esa vez no me moví. Podía visualizar mi interior como un bosque siendo agitado por el aire frío. Como el suelo recibiendo rocas que caen por la ladera. Como el temblor que produce un tsunami al llegar a la playa. Dejé que me golpeara con todas sus fuerzas. Ni siquiera grité. Lo recibí una y otra vez sin apartarme y, al cabo de incontables días de enfrentarme a él, dejé de temerlo. Comprendí que siempre sobreviviría.

#GarabatolvidadoConVoz: https://www.youtube.com/watch?v=XTFpjfdgzj4

4 comentarios:

  1. Muy bien escrito, Garabato. Muy sugerente además, he conseguido sacar 3 perspectivas completamente distintas de él: simple ansiedad ante un futuro incierto, maltrato psicológico y... una violación. Pero conociéndote, no es ninguna de mis interpretaciones sino algo completamente distinto jaja. Estás en racha este mes y me tienes deseando leer el siguiente :)

    ResponderEliminar
  2. Me ha gustado. Lo he visto más como el principio del miedo, el enfrentamiento a aquello que temes y las consecuencias que despierta: ansiedad, temblores, estar alerta, adrenalina, etc. Hasta el momento que verdaderamente te enfrentas de verdad y ves que puedes con él, porque ya lo has hecho antes, pero ahora vislumbras que puedes superarlo y respirar en paz.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Vaya empatía me ha generado tu relato sobre todo esa gran conclusión, es importante recorrer esos bosques y hayar el anhelado sosiego y poder estar en serenidad ante los enigmas que rondan en nuestro entorno.

    ResponderEliminar
  4. Hola Alba ! me ha gusto muchísimo. Y me recordó mucho a lo que en psicología se conoce como desensibilización sistemática. Lo que escribes precisamente con palabras, podría ser las sensaciones de un ataque de ansiedad, o de pánico, y mas profundamente aun, el sentimiento de total impotencia frente al miedo. Me gusta el final porque dice algo muy cierto "Lo recibí una y otra vez sin apartarme y al cabo de incontables días de enfrentarme a él, deje de temerlo. Comprendí que siempre sobreviviría". Es mas o menos lo que trata de explicar la desensibilización sistemática, es una técnica en donde al paciente se le expone gradualmente al estimulo que le genera ansiedad por tiempos controladores de tiempo hasta que desaparezca. Así, el miedo es una respuesta aprendida que llevamos dentro, y que puede desaparecer cuando lo miramos o permanecemos tiempo junto a el, en en el fondo es como conocer bien una parte de si mismo!...me ha gustado mucho, esta muy bellamente escrito, Saludos.

    ResponderEliminar