jueves, 23 de noviembre de 2017

Corazón de piedra

Tengo mucho sueño y todo va más lento que lo normal. Me cuesta teclear, y mucho más hilar palabras para formar frases. No siento nada en absoluto. Tampoco recuerdo bien cuándo aprendí a hacer esto, aunque sí que quería conseguirlo para dejar de sentir las cosas amplificadas. Era un martirio constante y, cuando ocurría algo que me afectaba, entraba en un bucle de tristeza infinita.

Tampoco sé muy bien cómo entro en este estado. El nombre y la idea partieron de "El nombre del viento", pero en algún momento lo traje a la realidad. Medité mucho sobre mí misma. Lo conseguí hacer una vez. Fue muy revelador.

Ahora lo imagino como un interruptor en la mente. On/Off. No estoy ni feliz ni triste, y todo me importa bastante poco. Mi mente racional sabe que debería estar llorando, o enfadada, o decepcionada. Pero la realidad es que no me sale hacer o sentir nada de eso. Me pesan mucho los párpados. Hago cosas automáticamente. No pienso. No atiendo. Se me olvidan algunas cosas. Pero todo está amortiguado, y puedo seguir viviendo hasta que el tiempo selle las heridas y mi interior se regenere por sí mismo.

4 comentarios:

  1. No hagas esto. No puedes desconectar y dejar que las cosas pasen sin más, porque no pasan, se enquistan dentro y perduran, y al final, aunque parezca que han desaparecido, acaban saliendo de alguna manera o te afectan hasta tal punto que te cambian...

    No hablo de buscar soluciones, sino de permitirte sentirte mal. Abraza tus emociones, aunque sean dolorosas y acéptalas. Llora, grita si hace falta o destroza un cojín a golpes... El ser humano siente y tus emociones son parte de ti, y si no las aceptas, no te aceptas a ti misma

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  2. Kvothe usaba el corazón de piedra para concentrarse en un objetivo, para conseguir algo, para evitar que sus sentidos nublaran su mente por un momento, pero no para escapar de sus emociones. Muchas veces no las entendía o le volvían loco, o intentaba no pensar en ellas porque eran demasiado dolorosas, pero al final las expresaba, necesitaba hacerlo de alguna manera y aceptarlas. Cogía su laúd y las plasmaba, las abrazaba, a su manera. Su canción que representaba la tristeza, ¿recuerdas? Era capaz de encoger el corazón de cualquier ser humano. El momento en el que explota con Auri y llora hasta romperse, el bien que le hizo ese momento y cómo lo cuenta, ¿te acuerdas de eso también? Ay el señor Kvothe...
    ¡Creo que lo voy a volver a leer por enésima vez!

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  3. Será la primera vez que escriba por aquí. A veces me identifico con esto que escribes, es un estado no se... como que todo me sabe a caca pero no me entristezco, simple, un estado de "limbo" como muerto en vida... lo único que digo es que de la noche a la mañana esa "crisis existencial" pasa. Sería muy genial poder conversar contigo, me identifico mucho con lo que escribes

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  4. Esa coraza impenetrable, esa ataraxia, nos protege de los demás. Pero nunca de nosotros mismos. Y, aún sabiéndolo, nos la ponemos y esperamos a que la tormenta amaine. Esa autodestrucción hará que un día todo explote y entonces el corazón dejará de sentir convirtiéndonos en humanos de piedra, estoicos errantes por un mundo llenos de caras sin rostros, cuerpos sin almas y ausencia de significado vital.

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