Miró el péndulo y pensó que su trayectoria se parecía enormemente a cómo se sentía.
A veces poderosa, íntegra, válida. Otras insuficiente, pequeña y difícil de querer.
En ocasiones segura, confiada e, instantes después, dudosa, con miedo.
Hoy no me van a hacer daño. Sí, sí, seguro que sí.
Superaré el golpe. Me haré invisible con tanto dolor.
Sigo adelante. Me paro.
Verdad. Mentira.
Mejor. Peor.
Presente.
Nadie.
Qué bonito es esto Alba, como la vida misma. Sensibilidad y consciencia. El opuesto necesario.
ResponderEliminar