viernes, 23 de noviembre de 2018

Visiones.

Me miró como siempre. De lejos, al margen, esperando que yo dijera algo cuando ya lo sabía todo. Hizo un gesto leve con la cabeza, como preguntándome qué pasaba. Miré al suelo y apreté los labios. No quería hablar.

- ¿Cuándo te veré?
- Pronto - dijo él.
- Ha pasado mucho tiempo.
- Lo sé - sonrió. Su sonrisa pequeña, nunca completa, misteriosa. Omnipotente.

Cuando desperté en los túneles de la subrealidad, le seguía echando de menos.

- Tengo que salir de aquí - musité como una revelación.

Una voz en mi cabeza, diría que con cierta sorna, me respondió: "exacto".

6 comentarios:

  1. Ni que me estuvieras leyendo el alma. Mi cabeza da vueltas sin encontrar la salida.

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  2. La pregunta es, quien era el? obviamente un conocido, pero: muerto? imaginario?, real?, suena a que la otra persona, esta en coma o sumergida en una fantasía!! muchas preguntas!!, podría ser el padre, inclusive su amigo imaginario de siempre!!..

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  3. ¿salir de la subrealidad? O sumergirse en ella, acompañados por nuestros fantasmas

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Una sonrisa omnipotente, omnipotente... de aquellas de las que nos volvemos esclavos, de las que, en su belleza se pierde parte de nuestra dignidad, pues, algunas veces, condenados estamos, a ser la polilla volando directo hacia el fuego que la quema, y no el fuego que atrae a la polilla. Por eso esperamos, con resignación, el ¿cuándo te veré? porque somos nosotros los que vamos hacia el fuego, a quemarnos por completo y sin mirar atrás. ¿Nos llegará el día de ser el fuego que incinera?

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